En general el peligro proviene de los rasgos adquiridos durante la evolución; rasgos que han sido seleccionados y permiten su supervivencia y reproducción. El peligro es mayor cuando se alimentan (parásitos, insectos transmisores de enfermedades, roedores, herbívoros, carnívoros y omnívoros) y cuando se defienden o protegen de atacantes o depredadores. Algunas especies tienen un comportamiento agresivo durante el celo y el apareamiento.
Muchos más animales de los que aquí aparecen pueden resultar peligrosos ocasionalmente, pero no constituyen como especie un peligro claro y evidente. Los accidentes e incidentes pueden producirse con cualquier animal sin que ese hecho permita extender la peligrosidad a su especie.
En general el peligro proviene de los rasgos adquiridos durante la evolución; rasgos que han sido seleccionados y permiten su supervivencia y reproducción. El peligro es mayor cuando se alimentan (parásitos, insectos transmisores de enfermedades, roedores, herbívoros, carnívoros y omnívoros) y cuando se defienden o protegen de atacantes o depredadores. Algunas especies tienen un comportamiento agresivo durante el celo y el apareamiento.
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